lunes, 18 de febrero de 2008

Maldición de tristezas


Lágrimas bajo la tormenta

autoestima herida por deseos robados

un abrazo en mi mirada

y el trueno se manifestó en la tuya

triste, cansado, ausente, peligroso.


Un abrazo de cómplice agonía

y mil cafés con risas de fondo


Ya eras feliz, se palpaban tus sueños

y mil cenas con tu lástima pero sin tí

maldición ingenua, efectiva

tomaste mi sangre para alimentar tu ego


Hoy recuerdas mis ojos, las canciones, nuestro pelo

mi primer despiste, mi primer rencor

perseguí los pasados de los días cualquieras

hasta alcanzarte en el cruce


innecesaria despedida

hacia la bruma del recuerdo

donde las risas de fondo

los besos

mi mano

tus ojos

volverán a encontrarse

en un día de tormenta.



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