Después de tantos años por fin he vuelto a buscarte. Pero el cementerio estaba cerrado, y en los bancos donde me esperabas no había ya nadie. El cañón ya no apuntaba hacia el mismo sitio, y el bar estaba lleno de banderas de España en vez de viejos y cáscaras de cacahuetes.
Me he tomado un vino a tu salud.
De tapa jibia a la plancha, como antes.
lunes, 19 de julio de 2010
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