sábado, 26 de septiembre de 2009

Sempiterna recta


Y entraron los hombres malos
escrutando los cuadros
las fotos
el polvo acumulado
las risas de hacía un rato.

Se llevaron lo poco que quedaba:
la ilusión de una mirada,
la esperanza recién teñida
los pasos al fin serenos.

Y de nuevo el miedo.

Y es que la vida no concede treguas,
y es que los hombres malos
no entienden de curvas, solo de rectas.

Leyes rectas, moral recta, suerte recta.
¡Si el mundo es curvo!
¡La empatía es curva,
la oportunidad es curva!

Y el cansancio recto,
la ansiedad recta.

Dibujaré una invisible linea curva tras la puerta.

1 comentario:

Patricio R. Coronel Subía dijo...

Definitivamente, me encanta cuando escribes esos versos cortitos. Siempre dejan algo que pensar.